Bésame.

Si besar fuera lo único que me apeteciera, besaría a cualquiera. Pero no es sólo besar los primeros labios desesperados que se pongan a mi alcance. Es besar los tuyos y decir te quiero entre suspiro y suspiro. Sueño con ello a menudo. Despierta y dormida. Mientras hablo contigo y mientras te pienso. También es abrazarte. Y acariciarte. Formar con mis dedos una línea invisible que te cubra por completo. Cogerte la mano para guiarla hasta aquellos rincones de mí que nunca nadie antes había llegado y plantar un beso, igual que plantaron una bandera la primera vez que llegaron a la Luna. Ese beso como entrante. El primer y segundo plato, al igual que el postre es a tu elección. E invita la casa. Como siempre lo hará. Entrada libre, pero sólo para ti. Todos los días del año. Y todos los años de tu vida. Por lo tanto, también de la mía. Ningún contra, todo pros. ¿Cuáles? Ya los sabes. Yo te amo. No hay nada más bonito que un beso de tu enamorada para empezar. Luego bajas por el cuello hasta escalar las dos montañas de la anatomía humana femenina. Y en los picos encuentras, ayudado por tus manos, las primeras llaves para conseguir lo que te has propuesto. Sigues descubriendo con tu boca. Besando la carretera hasta la fuente deseada. Y un pequeño hoyo, marca común en todos y según dicen, cicatriz, se llena de tu saliva. Nada te frena. Ni siquiera mismanos buscando algo tuyo. Me dejas hacer y tú continúas bajando. Tampoco hay ropa que impida tu búsqueda. Ya estas a punto de llegar. Tus ganas aumentan con cada beso y con cada roce de mis manos tocando eso que los dos sabemos. Te miro a los ojos. Deseo y amor. Siempre todo con amor, aunque esta vez el deseo le supera. Me relamo. Te lamo. Tú me acompañas. Estas a punto de llegar, de besar otros labios y de llenarte de la fuente que tanto tiempo te esperaba. Que esperabas. Disfruto. Y tú, disfruta, es mi primera vez. La primera de todas las que nos quedan. Un momento, ¿Me perdonas? Si, perdona, te he mentido. Todo esto sí que tiene un contra. El mismo que tantas veces me ha hecho emocionarme. Llorar. Y es que nada de eso ha pasado. Y lo espero ansiosa. Me muero por que pase. Te quiero besar. Y con eso merefiero a todo lo anterior. Cariño, te lo pido, bésame. Haz que se haga realidad. Que no tenga que imaginar sino que disfrutemos haciéndolo. Convierte un sueño en un recuerdo que superemos al día siguiente. Y es que ya te lo he dicho antes, todos los días del año. Todos los días de tu vida y por lo tanto, también de la mía.

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