Jamás pensé que diría esto, pero es hora de dejar de soñar. Sé que suena feo y muy triste, pero si algo aprendí estos últimos días es que soñar es precioso, pero no nos lleva a ningún sitio. Sólo sirve para crearnos ilusiones, para imaginarnos la realidad de otra forma. Pero.. ¿qué ocurre cuando despertamos del sueño? Nos caemos. Nos caemos desde la nube más alta que existe, directos al suelo y sin paracaídas. Nos damos un golpe de los buenos que nos obliga a despertarnos, y según el grado de las heridas, podremos caer en una depresión.
Así que basta ya de soñar con ser una princesita, que me mi príncipe va a dejarlo todo por mí y que me va a venir a buscar. Que haré mi vida con él, que viviré con él en una casa preciosa, con una perrita hermosa que criaremos como a una hija, y me llevará siempre con él. NO, la vida no es así.
Ya me he caído muchas veces, y de esta caída es dificil levantarse. Me cuesta, pero lo lograré.
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